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Edadismo: su papel como determinante social de la salud

El 18 de marzo de 2021, la OMS, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas y el Fondo de Población de las Naciones Unidas presentaron el Informe mundial sobre el edadismo. 

El edadismo se refiere a la serie de  estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) hacia las personas en función de su edad. Esta discriminación puede darse a nivel institucional, interpersonal o autoinfligido.A nivel mundial, la discriminación por edad afecta a miles de millones de personas: al menos una de cada dos personas tiene actitudes discriminatorias contra las personas mayores (Mikton et al, 2021).
El edadismo está en todas partes y afecta a todas las edades. Es una actitud y una representación acerca de la edad, que tiende a establecer asociaciones negativas de las personas y que tiene consecuencias en términos de salud. 

Impacto en la salud

Investigaciones recientes demuestran que, las actitudes negativas hacia la edad tiene efectos nocivos a la salud de las personas. 
En el caso de las personas mayores, el edadismo se asocia con una menor esperanza de vida, una salud física y mental más deficiente, una recuperación más lenta de la discapacidad y un deterioro cognitivo. El edadismo reduce la calidad de vida de los adultos mayores, aumenta su aislamiento social y su soledad (ambos asociados a graves problemas de salud), restringe su capacidad de expresar su sexualidad y puede aumentar el riesgo de violencia y abuso contra las personas mayores (OMS,2021:3).

Abordar la discriminación por edad en el contexto de pandemia, nos permite revelar una dimensión adicional de desigualdad. En este último año, se evidenciaron muchas actitudes que infravaloran la vida de las personas mayores y que les impidieron el libre acceso a espacios públicos; muchos otros padecieron como nunca el aislamiento y tuvieron dificultades para mantenerse en contacto con sus familiares. En última instancia, todos estos factores propician el descuido de los servicios y apoyos de cuidado a los que estaban habituados al no adaptarlos de forma correcta a la situación actual. En este sentido, es imperante encaminar políticas y leyes en función de la erradicación de este tipo de discriminación para frenar sus efectos negativos y sensibilizar a la sociedad de que comabtir el edadismo debe ser el eje de las acciones.

Finalmente, el Informe mundial sobre edadismo, hace tres recomendaciones para acciones concretas para todos los actores involucrados. Primero, que se invierta en estrategias efectivas para prevenir y responder a la discriminación por edad. En segundo lugar, financiar y mejorar los datos y la investigación para comprender mejor la discriminación por edad y cómo abordarla. En tercer lugar, crear un movimiento para cambiar la narrativa sobre la edad y el envejecimiento (OMS 2021: 4).

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