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Consejos para el adulto mayor que quiera desarrollar su inteligencia emocional

La inteligencia emocional involucra nuestra capacidad de reconocer y darle sentido a todo el enredo de sensaciones y emociones que nos invaden con el día a día. Aunque pareciera algo bastante sencillo, el poder darnos cuenta de las cosas que sentimos va a influir sobre cómo pensamos y actuamos, nos permitirá manejar de una forma más efectiva nuestra emocionalidad y explotar al máximo nuestra alegría, satisfacción y júbilo, mientras que nos dará herramientas para aceptar la tristeza, la ira y las pérdidas inherentes a estar vivo.

El conocer y manejar de forma adecuada nuestras emociones nos permite tener relaciones más satisfactorias con nuestros seres queridos.

Manejar con inteligencia las emociones nos permite vincularnos con los demás y evitar arranques de ira o estrés, como bien decía el filósofo griego Aristóteles refiriéndose a la serenidad necesaria para manejar las emociones y en este caso al enojo:
“Enojarse es fácil, pero enojarse en la magnitud adecuada, con la persona adecuada, en el momento adecuado eso es cosa de sabios”.

Vivir desarrollando la inteligencia emocional es vivir en plenitud y nos ayuda a recordar que ¡Ser mayor es vivir a lo grande!

Aquí hay cinco consejos para el adulto mayor que quiera desarrollar su inteligencia emocional:

#1 Plasmar los sentimientos en palabras.

Para experimentar nuestras emociones de una forma más sana debemos ser capaces de expresarlas por medio del lenguaje. Expresemos las cosas que nos hacen disfrutar y también nuestros miedos; de este modo se puede gozar de una mayor serenidad.

#2 Ser flexibles.

Las personas que son más flexibles consigo mismas y con los demás podrán disfrutar con mayor libertad de sus emociones, no se critican a sí mismas por ser firmes ni juzgan a los demás por actuar de forma distinta. Todos somos humanos y experimentamos dichas, vergüenzas o decepciones de igual manera.

# 3 Autocuestionarse.

En este punto empezaré con una frase de Albert Einstein, que dijo “Conocer bien a los otros es inteligente, conocerse bien a sí mismo, es sabiduría”.
El adulto mayor puede hacerse las siguientes preguntas, por ejemplo: ¿Cómo deseo continuar mi vida? ¿Cómo me gustaría ser recordado? ¿Qué mensaje me gustaría darle a mis hijos y nietos?

# 4 Adaptarse a los cambios.

El envejecimiento involucra cambios, como todo proceso en la vida. Algunos de ellos podrán ser corregidos con aparatos de audición, lentes o un bastón.

Aceptar los cambios que nuestro entorno y cuerpo requieren tratar de luchar con pensamientos no saludables como: “Me veo viejo usando esos lentes” o “Los bastones son sólo para viejitos”.

#5 Desarrollar un proyecto de vida.

Si deseamos tener inteligencia emocional, necesariamente debemos encontrar cosas que nos apasionen, para ello podemos desarrollar proyectos que sigan dando felicidad y sentido a cada uno de nuestros días.

Por Laura Argüelles

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