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¿Qué hacer si mi familiar rechaza el cuidado profesional?

Es una escena común: el cuidado en casa se vuelve cada vez más complejo y la familia decide buscar apoyo profesional. Pero cuando llega la enfermera, la cuidadora o la terapeuta, la persona mayor se niega a recibirla. “No necesito ayuda”, “yo puedo solo”, “no quiero que venga nadie extraño”.

Este rechazo es difícil, especialmente cuando el cansancio y la preocupación ya están presentes. ¿Qué hacer? ¿Respetar su decisión o insistir? ¿Cómo avanzar sin imponer?

Comprender antes de intervenir

Negarse al cuidado no es un capricho. Puede haber muchas razones detrás:

  • Miedo a perder autonomía.
  • Vergüenza de necesitar ayuda para actividades íntimas.
  • Desconfianza hacia personas desconocidas.
  • Malas experiencias previas.
  • Dificultades cognitivas o alteraciones del estado de ánimo.

Desde el enfoque de atención centrada en la persona, lo más importante es no centrarnos solo en el “rechazo”, sino entender por qué está sucediendo.

“Cuidar centrando la atención en la persona implica respetar su historia, sus valores y su derecho a tomar decisiones, incluso en contextos de fragilidad o enfermedad.”
Kitwood, 1997

Estrategias para facilitar la aceptación del cuidado profesional

Estas son algunas recomendaciones que pueden ayudarte a manejar este proceso con más empatía y efectividad:

1. Involucra a tu familiar en la decisión

En lugar de decir “ya contratamos a alguien”, prueba con “hay una persona que nos va a ayudar con algunas cosas en casa, ¿te gustaría conocerla primero?”. Incluir a la persona en las decisiones refuerza su sentido de autonomía.

2. Presenta el cuidado como algo compartido

Evita frases como “es por ti” o “tú ya no puedes”. Cambia por “nos está ayudando a todos”, “nos facilita la vida a ambos”, o “así podemos tener más tiempo para lo que te gusta hacer”.

3. Haz una presentación gradual

Comienza con visitas cortas o con una tarea concreta (acompañar a caminar, platicar, preparar una comida favorita). La relación de cuidado se construye con tiempo y confianza.

4. Elige con cuidado al profesional

No todos los perfiles son iguales. Busca personas con experiencia en envejecimiento, con sensibilidad, buena escucha y actitud respetuosa. La afinidad también importa: edad, idioma, tono y personalidad pueden facilitar el vínculo.

5. Explora alternativas

Si el rechazo persiste, quizá lo que necesita no es una persona cuidadora en casa, sino un espacio fuera del hogar como un Club de Día, donde el apoyo se integra a actividades sociales y recreativas.

El cuidado no se impone

La atención centrada en la persona, adoptada por la Organización Mundial de la Salud en su enfoque de cuidado integral a largo plazo (OMS, 2015), propone construir relaciones de cuidado basadas en el respeto, el consentimiento y el diálogo. Incluso si una persona tiene deterioro cognitivo, sus preferencias y formas de expresarlas deben ser escuchadas y consideradas.

A veces es necesario esperar, conversar, replantear la propuesta o buscar nuevas formas. Lo importante es no dejar que el rechazo inicial cierre el camino.

En Gericare, entendemos el cuidado como un vínculo de confianza

A través de RedGericare, acompañamos a las familias en estos momentos de transición. Te ofrecemos:

  • Orientación para manejar rechazos al cuidado profesional.
  • Talleres sobre comunicación empática y toma de decisiones.
  • Grupos de apoyo para compartir experiencias y estrategias.

No estás sola, no estás solo. El cuidado es más sostenible cuando se construye en red. Acércate a Gericare.

Referencias: 

  • Kitwood, T. (1997). Cuidar centrando la atención en la persona implica respetar su historia, sus valores y su derecho a tomar decisiones, incluso en contextos de fragilidad o enfermedad
  • Organización Mundial de la Salud. (2015). Enfoque de cuidado integral a largo plazo.

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